Las condiciones insulares de Creta, condicionaron la evolución de los mamuts «atrapados» en la isla. De este modo, el recientemente bautizado como ‘Mammuthus creticus‘.
Sorprende el hallazgo por la gran diferencia entre las dos especies de mamut, ya que el mamut de creta se asemejaría en edad adulta, a una cría de elefante africano de alrededor de un metro de altura y eso si, 300 kg de peso.
Los estudios recientemente publicadas parten del equipo de investigadores del Museo de Historia Natural de Londres que partiendo de los restos de la excavación de yacimiento de Cape Maleka, que la paleontóloga Dorothea Bate llevó a Gran bretaña a principios del siglo XX.
La fase de identificación ha partido de apenas unos cuantos molares y parte del hueso húmero del paquidermo enano. De hecho, el análisis de los molares ha permitido teorizar sobre la alimentación de estos mamuts, basada en plantas autóctonas de la isla de Creta.
La impulsora del estudio que sale ahora a la luz es otra mujer, Virgina L. Herridge, investigadora del Museo de Historia Natural londinense, que partiendo de los fósiles traídos un siglo atrás, junto a otros más recientes, ha puesto en boga la evidencia de que el condicionante insular tiene un claro reflejo en la anatomía de las especies que habitan ajenas a los componentes continentales. Las nuevas evidencias son fósiles que el cretense George Iliopoulos, de la Universidad de Patras halló excavando de nuevo el yacimiento, pero sin relacionarlos con el mamut enano.
Los mamuts de Creta siguiendo la teoría de la evolución de las especies supieron adaptarse a la falta de recursos reduciendo su tamaño, y por ende su necesidad nutricional, hasta el punto de convertirse en enanos. Además, obligados por las altas temperaturas en comparación con el resto de Europa, su pelaje se fue cayendo hasta no disponer de ninguna protección por encima de la piel.
Si bien es muy complicada una reconstrucción total del mamut, se podría asemejar en palabras de Herridge a un bebé elefante, pero algo más contundente y con colmillos rizados. Para la investigadora, el nexo de unión con los gigantes mamuts europeos hay que buscarlo en los antecesores Mamuts Meridionalis y los Rumanus, descartando un parentesco con otro tipo de paquidermos como los elefantes que evolucionaron hasta los actuales.
Sea como fuere, estos pequeños mamuts que han despertado tanto entusiasmo en la comunidad científica, y entre los propios cretenses, dejaron de habitar la isla en el Pleistoceno, hace 3,5 millones de años.
El siguiente vídeo expone el hallazgo: